Duelo callejero entre un astronauta y un conspiranoico obsesionado: el día que Buzz Aldrin se quitó las ganas con los detractores del alunizaje.
Lo digo tan seguido que me aburro, pero es así: ¿para qué tergiversar la realidad si ésta es mucho más divertida que la ficción? El 9 de septiembre de 2002, Bart Sibrel, un periodista y camarógrafo obsesionado con lo que para él son pruebas de que ningún hombre estuvo en la Luna, persiguió a Edwin Buzz Aldrin, el compañero de Neil Armstrong en la primera caminata lunar, con una Biblia en la mano. “¡Jure que llegó a la Luna!”, exigió frente al hotel Luxe en Beverly Hills, California. Aldrin, que ya conocía al personaje, intentó zafarse. Sibrel persistió y cuando vio que no iba a obtener nada del astronauta, lo toreó: “¿Usted anda diciendo por ahí que estuvo en la Luna, aunque nunca estuvo? Usted es un cobarde, un mentiroso y un ladrón”. Acto seguido, el brazo de Aldrin catapultó un directo hacia la mandíbula de Sibrel.
La historia no acaba aquí. Del video circula una versión corta, publicada en canales de Youtube como Alien Truth, que victimizan a Sibrel, y otra larga, la difundida en 2002 por los noticieros. La primera versión, que dura escasos segundos, sólo muestra la escena final: el derechazo parece una respuesta intolerante e irreflexiva. En la segunda (reproducir video de arriba) se advierte que Aldrin había soportado estoico el acoso de Sibrel, antes de que sus testículos implotaran.
OPERACIÓN LUNA. El 20 de julio pasado dos bloggers españoles (mis amigos Luis Alfonso Gámez y Moisés Garrido) invitaban a sus coterráneos a no perderse en España el docuficción Operación Luna (William Karel, 2002), una parodia extrema de las películas filmadas por quienes insisten que la NASA nunca puso un hombre en la Luna. Yo creía que me lo iba a perder, pero un lector de Magia Crítica me sugirió que visitara Crítica TV, en la portada de Crítica Digital. Allí me esperaban dos fragmentos de Operación Luna. El lector había caído como un chorlito (en la sección comentarios del post anterior dejó asentada su indignación), y no era para menos.
Es cuestionable que Crítica Digital no agregara el título original de esta película (que sigue en el ranking de los videos más vistos): hubiera sido más fácil descubrir que es una parodia, pese a que la han colgado incompleta. Aún así, me pregunto: ¿qué es mejor? ¿Decepcionarse o arruinar el efecto sorpresa? La tesis del falso documental es que el alunizaje fue un montaje dirigido por Stanley Kubrick, director de 2001: una odisea en el espacio (1968). En la película de Karel desfilan los principales funcionarios norteamericanos presuntamente implicados en el fraude, como el astronauta de la Apolo XII Buzz Aldrin; el ex-secretario de Estado Henry Kissinger; el ex-director de la CIA Richard Helms; el ex-secretario de Defensa Donald Rumsfeld; y hasta Christiane Kubrick, viuda de Stanley. Ninguno de ellos sabía que sus testimonios iban a ser tijereteados para construir un acontecimiento inexistente. Otros estaban menos enterados todavía, ya que las entrevistas fueron tomadas de películas ajenas. Karel sólo sumó siete falsos testigos y una actriz que se fingió ex secretaria de Nixon. Sus relatos -convenientemente guionados- conectaron con el de otras caras parlantes para dar coherencia y credibilidad al falso documental. Lo únicos fragmentos de “no ficción” fueron –paradójicamente- material cedido por el pintoresco escéptico lunar, el mentado Bart Sibrel.
¿Qué salió de ese entretejido? Que un mundo incauto había sido engañado por ese joint venture surrealista (piénselo un momento, ¡Nixon asociado a Kubrick!). El objetivo del film no era convencer a nadie de que el alunizaje había sido un fraude ni de lo contrario. Karel dice que quiso demostrar que no hay que creer en todo lo que se cuenta, y lo fácil que resulta “falsificar archivos y tergiversar cualquier tema en base a falsedades”. En suma, el engaño no era de la NASA sino del documentalista, y las engañadas no habían sido las masas sino los espectadores del documental.
¿ES OBVIO QUE ESTUVIMOS? Así como algunos minimizan el impacto de la travesía de la NASA a la Luna, otros desprecian a quienes descreen de ella. “Es una idiotez explicar lo obvio”. Y no, a veces no. A veces es necesario argumentar (como lo hacen aquí con las ideas débiles y antojadizas de Sibrel.)
Hagámoslo brevemente: si hubiese existido una “conjura de silencio” para ocultar las pruebas de un falso alunizaje, entre los cómplices habría que sumar 435 mil personas, que fue el personal afectado al programa Apolo -entre empleados de la NASA, universidades y empresas privadas-. ¿Cuántos de ellos fueron extras? ¿Acaso todos fueron engañados? El costo para mantener a todas esas bocas cerradas, sin filtraciones, deberían ser más altos que enviar un cohete a la Luna. No sólo eso: del complot también debió participar el principal adversario de los Estados Unidos, la Unión Soviética. Pero la potencia espacial -más interesada que nadie en denunciar un supuesto fraude- aceptó enseguida que la NASA llegó primero.
Con todo (por más fotos, films, experimentos y rocas que existan), el homo-conspiranoicus siempre tendrá alguna excusa para desconfiar: las suspicacias exageradas son llamas inextinguibles. Hace poco, el físico español Eugenio Fernández Aguilar publicó La conspiración lunar ¡vaya timo! (Laetoli, 2009), un libro que analiza y argumenta contra 50 hipótesis que pretenden demostrar que el hombre no llegó a la Luna.
¿Pueden estas iniciativas contrarrestar las visiones conspirativas? Difícil: la mayoría de los que adhieren a ellas no compran libros que contradigan sus creencias y tienen muchas razones, incluso buenas, para desconfiar. El rumor de que el alunizaje fue un engaño no existiría sin esa desconfianza. La era de la caza de brujas del macartismo, las teorías paranoicas sobre el asesinato de John F. Kennedy, las derivaciones del caso Watergate y el recelo que suscitaba toda información sospechosa de promover el liderazgo estadounidense, sin duda oxigenaron el rumor. Pero uno de los más notables trampolines para que el mito de la “teatralización lunar” prosperase fue otro film, Capricornio Uno (Peter Hyams, 1978), según el cual la NASA canceló su misión a Marte por problemas técnicos y decidió seguir adelante montando en un set de televisión un falso amartizaje. En aquella película, que no alegaba basarse en hechos reales ni mucho menos, los astronautas colaboraron con la farsa amenazados: sus familias serían asesinadas. Para evitar el desmadre, la CIA decide eliminarlos. En el docuficción Operación Luna, Kubrick vive aterrorizado por el acoso de la CIA, que al final lo mata.
PARODIAS HIPERREALISTAS. Casi sin proponérselo, en 1938 Orson Welles agitó a sus oyentes y a los Estados Unidos con su simulacro radial de una invasión marciana. Sesenta años después, el artista catalán Joan Fontcuberta concretó el proyecto Sputnik: la falsa biografía de Ivan Istochnikov, un supuesto cosmonauta ruso perdido en el espacio cuya historia había sido borrada por los jerarcas soviéticos. Uno podría pensar que la experiencia, el paso del tiempo y la reiteración de tropezones fortalecen el juicio de la gente, o la inmuniza de caer en ciertas trampas. Pero el montaje fotográfico de Fontcuberta engañó a Iker Jiménez, quien lo dio por bueno en su programa Cuarto Milenio. El viaje a la Luna volvió a ser objeto de parodia en el filme pseudohistórico First on the Moon (2005), donde Alexey Fedorchenko presentó las “pruebas” de que la Unión Soviética había llegado a la Luna treinta años antes que los Estados Unidos.
En nuestro país, la más expresiva denuncia sobre las perversiones del proceso de edición fue La era del ñandú (Carlos Sorín, 1986), una biografía apócrifa del doctor Kurz, inventor de la Bio-K2, una supuesta droga rejuvenecedora que había enloquecido a los argentinos en los años cincuenta y giraba, sin siquiera mencionarlo, alrededor de la histeria que desató la panacea anti-cáncer de la época: la crotoxina. De aquel apócrifo, realizado para la televisión del estado, pasaron 23 años, y sospecho que si se volviera a emitir muchos se preguntarán si la pócima del ñandú no habrá existido en realidad, porque el film también devela que el éxito de ciertos fraudes sólo es posible gracias a la desmemoria. Pero el documental de Sorín, hasta donde yo sé, nunca se volvió a dar. Tal vez, por exceso de competencia: en la Argentina, la falta de límites entre lo verdadero y lo falso, entre la aproximación a la realidad y la representación ficcional, aparece a diario por televisión. Pero el género es otro, no es parodia ni denuncia sino menefreguismo. Lisa y llana desvergüenza.
Muy bien, Agostinelli. Las teorías conspirativas, como las leyendas urbanas, como las cucarachas, nunca morirán. En algún lugar leí que el único personaje importante que dio entrevista sabiendo que todo era una farsa fue el ex jefe de la CIA que, de hecho, es el que más asombra, porque no responde aludiendo a cosas que el entrevistador explicitó, sino que él mismo dice con todas las letras el texto conspirativo. Saludos.
¿Por qué descree la gente? Simplemente porque, a pesar de ser una potencia mundial, Estados Unidos posee gente por demás ignorante. También, negar realidades, es un negocio importante. Como hay tantos analfabetos históricos en esa gran nación, se pueden vender locuras a precio razonable. Hace unos días una amiga chilena chateaba conmigo y me contaba que fue a Roswell. Quedó estupefacta. No solo por el comercio ufológico que allí se mantiene como una industria del turismo sino también por lo precario del museo. En textuales palabras, la chilena dijo: -Marcelito, ese museo es una porquería.
Es bueno hacer dinero, pero esta mal mentir, engañar. Usufructuar con la credulidad de las personas es un problema moral que cada uno de nosotros resuelve como se le de la gana. Nadie niega que comerciar es una necesidad, pero mentir…, es otra cosa. El mundo esta lleno de este tipo de comercio de lo increíble. Basta con pasar por el blog de reportero de guerra argentino Hernán Zin para entrever como la mentira reditúa, como el cinismo deja ganancias sin importar al que miente, los muertos, el dolor, el sufrimiento.
Parece mentira que hoy por hoy, la NASA deba salir a desmentir a quienes no aceptan un viaje a la Luna. Mucho de esta culpa la tienen ellos mismos. No se preocuparon en educar. El otro problema que tiene la ciencia norteamericana es que, les guste o no, se pusieron en contra a más de la mitad de la población por pontificar la teoría de la evolución sin declarar jamás las lagunas que esta posee. Recuerdo muy bien una charla que sostuve con el paleontólogo Rodolfo Coria en Bahía Blanca en 1995 cuando fue con Leo Salgado y otros, a presentar el Giganotosaurus carolini. Yo le pregunte su opinión sobre en creacionismo y en ese entonces, no se ahora que diría, ya que el tiempo cambia los pensamientos, el dijo que ambas posturas podían interactuar.
La ciencia no puede ir jamás contra las ideas del pueblo. Debe estar al servicio de la comunidad. De pronto, aparece un incrédulo y grita: -Mapuches, ustedes son todos unos idiotas porque piensan que existen espíritus en las aguas, las montañas, los valles, los bosques… ¿Qué derecho tiene el que no cree de perturbar al que si cree? Esta porfía entre ciencia y las creencias populares, ha motivado que la gente ya no mire más a los científicos como personas honorables. Ahí esta Seveso, Chernobyl, antes Hiroshima, los gases venenosos y tantas cosas más que científicos inventaron para matar, mortificar, torturar a las personas.
Con seres humanos que son, los científicos parecieran –no todos a Dios gracias- más interesados en publicar en Nature, de mofarse de las creencias populares, de ridiculizar las ideas de los demás y frente a estas actitudes, es lógico que aparezcan los vendedores de cuentos fantásticos como que el hombre no fue a la Luna o que Elvis Presley vive o que Jackson no estaba en su ataúd durante su sepelio. Frases que se burlan de lo religioso no contribuyen a que el pueblo, confíe en la ciencia y al no confiarse en esta, la gente es pasto de los mercachifles de las pavadas.
Para colmo Estados Unidos tiene cientos de proyectos donde se involucro a escondidas, como conejitos de indias, a poblaciones enteras. Yo me pregunto que diría un escéptico de los rancios, si mañana aparecen soldados echándolo de su tierra, de su casa, porque el terreno donde vive, ha sido elegido para pruebas nucleares. Bien, esto sucedió y si esto le sucede a alguien que amaba su terruño ¿Qué pensamiento positivo hacia la ciencia podrá hoy conservar? Parece mentira, que el hombre hoy, discuta si se fue o no a la Luna. Que vergüenza.
Entonces que significa este video?
Marcelo,
Si el paleontólogo te dijo que el creacionismo y la evolución «podían interactuar», me gustaría verlo por escrito y de su puño y letra.
Lo siento, pero no me fío de las anécdotas y ambos conceptos no se pueden llevar peor.
Escribes: «La ciencia no puede ir jamás contra las ideas del pueblo.» La ciencia no necesariamente tiene que ver con las «ideas del pueblo».
Nadie hace ciencia, o nadie debería hacer ciencia, oteando las estadísticas sobre los gustos o creencias populares, y si alguien lo hace así, es un político, no un científico.
Finalmente, cuando invocas a Hiroshima Seveso y Chernobyl, creo que tu razonamiento adolece de una gravísima confusión entre ciencia o conocimiento científicos y aplicaciones equivocadas o terribles de la tecnología. Que no son las mismas cosas.
Estimado Alejandro: Obvio que era todo un bulo, un gigantesco bulo. Kissinger? Rumsfeld? Haig? mmm muy sospechoso, muchos peces gordos hablando tan así del tema? ¡Demasiado increible para ser verdad! Es obvio que son fragmentos tomados de otras de otras entrevistas en las que deben estar hablando de cualquier cosa y en el doblaje se les hace decir otra. OBVIO. Sí, me di cuenta, No, no soy un chorlito. Claro que era todo una trampa armada. Pero eso no es lo importante porque en este tema TODO es una trampa. Lo importante NO es como se armó la mentira. Lo importante ES la mentira, por más que sea una parodia, que ya está armada y lista para ser servida. Y lo indignante, es que no se aclaró que es una trampa. O sea, Critica TV la sirvió en bandeja y fue consumida por miles de personas. Y mucha gente cae como seguro cayó mucha que no leen tu blog. ¿Y ahora que van a hacer? ¿Van a mandarles una carta a cada uno explicándoles que era una jodita?
Juan Carlos, escribí “caíste como un chorlito” porque me dio la impresión de que ponías a Operación Luna (una parodia divertida) a la par de aquellas películas que buscan demostrar que el hombre nunca llegó a la Luna (una pretensión engañosa).
En todo caso, gracias por tu aclaración.
En cuanto al video de arriba (el de la toma del alunizaje donde se descuelga una lámpara), es muy gracioso. Si algún lector puede dar alguna pista sobre el origen del fragmento, agradeceremos el dato.
Gracias Alejandro, esta es una pastillita que da gusto probar.
Felix te dare una idea de mis ideas para que vayas enterandote de como pienso. Obviamente, mis creencias estan sujetas a modificaciones. De lo contrario, seria un dogmatico.
En materia religiosa, creo en Dios, soy Trinitario y milito en una iglesia evangelica tradicional no pentecostal. Concretamente, en la Union Evangelica Argentina.
No soy fanatico religioso por el contrario, asisto poco a los servicios solo para participar de la Santa Cena que es la version protestante de comulgar. Mi vida no pasa por la iglesia sino por la dura lucha de subsistir a diario en cualquier trabajo que me salga.
Creo en Dios porque hace rato que me di cuenta que en este mundo, ni el ateismo ni el teismo pueden probar por medio del metodo cientifico, si Dios existe o no. Ambos grupos refieren a sus ideas por medio de experiencias personales, ataques a las malas aplicaciones de los conocimientos teologicos o materialistas, la existencia del mal o del bien, concretamente, ninguno puede probar existencia o inexistencia acudiendo a un laboratorio. Toda la controversia teista anti teista gira en torno a argumentos personales, o sea que responden a las creencias particulares de los participantes de los debates. Por ejemplo, muchos no creen en Dios porque el mal existe. Otros si creen en Dios, porque el bien existe. Como podras comprobar, tales cosas no son determinantes. Un laboratorio si lo seria me parece a lo mejor me equivoco.
Que esta particularidad de la creencia cristiana es asi, la entrevio primero Lutero despues Calvino quienes propusieron que los cristianos debian hacer profesion de fe de adultos, no de niños, cuando tuvieran nocion de sus actos, y mediante el ejercio de la fe. En efecto, si no se puede meter inexistencia de Dios en un laboratorio y tampoco existencia, ambas ideas son del reino del pensamiento filosofico, obvio que la fe la cual, en esas posturas es determinante.
De ahi que Lutero basado en la biblia declaro EL JUSTO SE SALVARA POR LA FE. En ese caso, el termino FE es tan valido para el teista como para el ateo. La fe determina tus pasos a seguir en la creencia o increencia. Ninguno podra probar en un laboratorio lo que dice creer. Es por eso que la polemica no tiene fin.
En cuanto a materia ufologica, soy totalmente esceptico. Si presencie dos raros fenomenos pero son atribuibles sin duda, a alguna rara condicion meteorologica aun no estudiada por los meteorologos locales, me refiero a la bahia de San Antonio, en Rio Negro Argentina, que es donde yo vivo.
No creo en la existencia de la vida extraterrestre por FE, por mas que me digan que el Universo es inconmensurable. Primero la evidencia, despues la creencia. En este aspecto, yo soy asi. Alguien dira, la ausencia de evidencias no es evidencia de ausencia. En este caso, la muletilla es aplicable hasta en terrenos de la religiosidad lo cual no es determinante. Creo Felix que para creer en algo que no se puede probar se requiere de FE y en la paleontologia, la FE solo esta presente cuando los muchachos y las chicas salen con animo al campo a buscar restos. Sin Fe en la tarea realizada no es posible hallar nada.
Saludos cordiales, espero en la brevedad estar participandote de la entreivista a Rodolfo Coria que tiene, no olvides, sus años.
Marcelo, si pasás el fragmento de audio en formato mp3 y me lo enviás por mail, me encargo de subirlo.
AGOSTINELLI
Encontre la referencia grabada de Rodolfo Coria donde se refiere al Creacionismo. Me agradaría que me sugirieras como subirla a la red, para que personas como Felix, por ejemplo, oigan el testimonio que fue grabado el 06 de octubre de 1995 en la sede de la Universidad del Sur situada en la Av. Colon 80. Es por demás interesante donde el refiere que el creacionismo es un movimiento mundial ya en esos años. Gracias.
yo me refiero a un punto de la cuestion que es: MUCHOS NO CONFIAN EN LA CIENCIA. Precisamente, por las aplicaciones erradas o no, que muchos hacen del conocimiento científico. Tengo bien en claro que ciencia y que es aplicacion de los conocimientos de la ciencia. Es lo mismo que la religion. Una cosa es la religion en si y otra, la aplicacion buena o mala que se hace sobre las personas, de tal conocimiento. Cuidado, no me juzgues por un comentario a la ligera. Saludos cordiales.
TENGO LA GRABACION DE LA ENTREVISTA,LA BUSCARE Y SI NO LA ENCUENTRO, LO LAMENTO PERO MENTIROSO NO SOY. GRACIAS.
Ale: la unica duda que me queda es si el que decidió ponerlo en Crítica TV sabia o no que eso era una joda. Si sabía que era una joda, pregunto porque no se aclaró. Y si, por el contrario, creyó que el supuesto «documental» iba en serio… en fin
Todavía no lo sé, cuando me entere, lo cuento por aquí. :-(
no se puede poner a la religion a la altura de la ciencia, la primera es un cumulo de fabulas y realidades inventadas, la ciencia da respuestas sobre el mundo real. punto
Me parecen re malos papi esos señores que no te pagaron pero igual este blog es mejor y se ba a ser mas leido y mas publicado deja no importa te quiero pa cata!!!!
[…] videoclip de REM que copio aquí. La canción es El hombre en la Luna y se refiere al alucinaje, o la teoría conspirativa que aún niega la Misión Apolo. Una de las estrofas, dice: Si creíste que pusieron un hombre en la luna, hombre en la luna Si […]