Ya pasaron tres años desde que decidí irme de Editorial Perfil. Allí, en el edificio de Chacabuco y Diagonal Sur, custodiado por la mirada severa y olvidada de José Luis Cabezas, había pasado diez años de mi vida. También pasaron otras cosas. Amores de pasillo, amigos entrañables, hastíos inimaginables. El lector disculpará que confíe ciertas desdichas, sólo ruego considerar que pasé diez años ahí metido. En Perfil fui secretario de redacción de la revista Descubrir, edité los coleccionables de Noticias, cubrí las Asambleas Populares para El Cacerolazo de Andrés Cascioli y lanzamos al mercado la revista masculina Hombre (juro que al principio era menos chancha).
El último lanzamiento fue NEO. Hacer una publicación atractiva sobre ciencia y tecnología fue todo un desafío. Alejandra Folgarait, Fernanda Mel, Sebastián Catalano, Verónica Engler, Nilda Martínez, Victoria Arias y más de veinte colaboradores fueron parte de aquella aventura memorable.
Concluido el ciclo en Perfil, me dije: “Bué, ahora tengo que terminar alguno de los libros que tengo empezados.” Por eso, cuando nos juntamos con Pablo Avelluto, gerente de Editorial Sudamericana, llevé cuatro carpetas. Ninguna de ellas era Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina, título de mi primer libro, que sale el 1º de Mayo.
ETNOGRAFÍA FREAK. La consigna de Avelluto fue clara: “Quiero que escribas diez historias increíbles sobre ovnis”. Yo había ido con otras ideas. Quería completar mis apuntes sobre gurúes de cultos exóticos, una guía para orientar al consumidor de falsas ciencias o pulir mi bitácora de encuentros con freaks. No quería saber nada con los ovnis. Tenía unas cuantas perlas cultivadas, pero ya le había dedicado demasiados años al asunto. Quería mirar hacia otro lado. “Con todo lo que escribiste sobre el tema alcanza, revisalo y rearmalo”, me dijo el editor.
“Revisalo y rearmalo”. Decir eso es fácil. Otra hacerlo. Para mí, era empezar de cero. Y así empezó el libro, casi como una misión. A mitad de camino entre la arqueología y la cruzada apostólica. Tenía que reinvestigar las mejores historias. Deshojar recortes de diarios amarillos, quebradizos. Hamacarme en archivos ajenos y lejanos. Buscar gente que no sabía si vivía. Llamar a Dios y María Santísima.
La obra requería hacer, por lo menos, cincuenta entrevistas. Flor de laburo. Varias veces estuve por desertar. Gracias a la nostalgia, que con la curiosidad son las únicas consejeras internas que te empujan hacia el futuro, me entusiasmé; junté coraje y me embarqué en una investigación frenética. Empecé a revisar carpetas viejas, a llamar a la gente, a viajar. Pero como en realidad nadie me corría, entré en cada historia despacito, yendo no por autopista sino por colectora. Viajar, conversar y explorar los recodos maravillosos de los seres humanos fue también redescubrir el placer de la crónica. Andar por sus lugares le da gustito y color a sus vidas. Al cabo de un año y medio tuve catorce historias inéditas. Me costó seleccionar diez y quedaron once. Todas me atraparon por igual. ¿Por qué? No elegí ninguna que no mereciera una película. Ese fue el lema que perseguí durante el proceso extravagante, obsesivo y delicioso cuyo resultado estará en pocos días en las librerías.
OVNI AL PASADO. Cuando en 2008 regresé a Victoria, Entre Ríos, todo había cambiado. En 1991, cubrí la historia para la revista Conocer y Saber (luego Conozca Más). Por entonces los ovnis estaban vivos. Dieciséis años después había un Museo, el Museo Ovni de Victoria, y una mujer, Silvia Pérez Simondini. Ella y su adorada hija, Andrea, me llevaron al cerro La Matanza a ver entre las estrellas luces a las que llamaron ovnis y las vi, pero juro que fue más esclarecedor notar que la vida de Silvia merecía un capítulo íntegro.
Otras dos vidas, la de dos hermanos espiritistas, Jorge y Napy Duclout, se fundían con los orígenes del culto extraterrestre en la Argentina. El único familiar vivo residía en una casucha al pie de la Cordillera de los Andes, en Santiago de Chile y fui, acompañado por el periodista Diego Zúñiga.
Pablo Kittl Duclout, físico-matemático de la Universidad de Chile, me abrió los ojos al fascinante destino de sus tíos, protagonistas del primer avistaje anunciado de un plato volador desde la azotea del edificio Kavanagh, en 1954. Estos seres venían de Ganímedes, la mayor luna de Júpiter. Dos años antes un espíritu les reveló la existencia de una tecnología superior. Tan extraordinarias fueron aquellas revelaciones que inspiraron a Napy para que filmara la primera película argentina en 3D, “Buenos Aires en relieve” (1954).
Una vieja fijación por el caso Vidal, la aventura del matrimonio teleportado desde Chascomús a México, me absorbió durante meses. Horas de charla con Anibal Uset, director de Che Ovni, el primer cineasta argentino que viajó por el mundo para rodar una comedia basada en lo que se rumoreaba sobre los extraterrestres en los años sesenta, y otras tantas con Martín Rappallini, por entonces un joven escribano acusado de silenciar la verdad sobre la legendaria abducción matrimonial, justificaron otro capítulo. El Muñeco Mateyko, Pipo Mancera, Javier Portales, Cuchuflito, Jorge Sobral, Marcela López Rey, Erika Wallner y Perla Caron fueron las estrellas de la versión cinematográfica de la historia. ¿Una reliquia? Y, sí. La odisea olió a rancio hasta cuando supe que Catherine Fulop, en los noventa, había protagonizado una curiosa remake. En España ella también había sido convencida de haber sido teleportada por extraterrestres.
LO MEJOR YA FUE. Viajé a Mendoza y Mar del Plata para reencontrarme con Villegas y Peccinetti, los empleados del Casino que una madrugada de 1968 no llegaron a casa porque fueron interceptados por cinco humanoides y su nave. Otra historia fabulosa. Porque, en el paso a paso, me hizo sufrir, me hizo reír y también me quise morir. Las visiones del chupacabras y la oleada de mutilaciones de ganado secuestraron mi atención en Santa Rosa, La Pampa, y ya que estaba reconstruí la saga del chacarero a quien un ovni le chupó el celular. También me sumergí en la epopeya de don Francisco García, el “marciano por parte de madre” que en 1973 anunció el descenso de 50 naves (50, ni 49 ni 51) sobre la Laguna de Chascomús. Mis nebulosos recuerdos de la entrevista que le hicieron en Teleshow me eyectaron a Chascomús, adónde fui a verificar si en el Club de Pescadores seguía el balcón desde donde quisieron tirar al gurú cuando las naves no aparecieron, y volví sobre la pista de Normando Anuar Busefi, compañero de profecías de García y ahora exiliado en la habitación de un hospicio, convertida en Cuartel General del Universo.
Anduve por los parajes donde un vagabundo galáctico se encapuchó para decir que él -el afamado Comandante Clomro– es la encarnación de un ser de otro mundo. Una noticia: aunque no lo busqué ni lo esperaba, me reveló un secreto y su identidad, hasta ayer inexpugnable. También visité el geriátrico donde se hospeda Martha Green, una anciana hermosa que en los cincuenta fue arrebatada de la Tierra por Enis, su amante de otra dimensión, mientras su esposo -un militar peronista- era acosado por la dictadura de Aramburu.
Qué quieren que les diga: vivir, investigar y escribir las historias que son parte de Invasores fue una de las cosas más entretenidas que hice en mi vida. También fue una experiencia reveladora. Escribir es investigar, pensar, atar cabos, descubrir. Ahora parece que el libro tendrá lectores. Para ellos leerlo será… ¿Qué será? ¿Qué sucederá? Ni idea, ese es otro misterio pendiente. Pero prometo que no me va a importar, y no me va a importar porque lo mejor ya pasó. Lo mejor fue hacer Invasores y ahora poder pensar en las invasiones que siguen.
A mí me encantará
Excelente
Felicitaciones por el libro y muchísimo éxito!
(aunque veo que disfrutar como lo has hecho mientras lo escribías, ya es un éxito en sí mismo)
Saludos,
Lisandro
¿Quien le eligió la fecha de lanzamiento, sr. Agostinelli?
¿Fabio Zerpa?
X-DDDDDDDDD
¿Podría contarnos algo del OVNI junto al obelisco que ilustra la tapa de su libro?
¡Encantado! Pero antes dejame que te cuente la historia de la foto, porque es la historia de una coincidencia asombrosa. El director de arte de Editorial Sudamericana descubrió la imagen (con bellísimas reminiscencias eternáuticas) en el sitio Flickr. La imagen fue tomada en 2007, cuando nevó sobre Buenos Aires. Le escribió al autor y le explicó que Sudamericana quería comprar la imagen “para ilustrar la portada de un libro sobre ovnis”. El fotógrafo, escéptico en todo lo concerniente a ovnis, le contestó con un dignísimo: “No me interesa, gracias”.
Cuando le pido a mi editora los datos del fotógrafo para contarle de qué iba el libro, descubro alucinado que se trata de un viejo lector y comentarista de este blog, Julián Rodríguez Orihuela, a su vez autor del blog La Idea errante. El mismo Julián -si todavía anda por ahí- me corregirá si me equivoco. Es hora de decir que -cuando Julián sacó la foto- el ovni simplemente no estaba ahí. El “toque mágico” se lo dio el diseñador de Editorial Sudamericana. Ya sé: el libro todavía no salió y el mito de “el ovni que sobrevoló el Obelisco” se desmorona. Pobre, ¡ni si quiera tuvo oportunidad de nacer! Pero así fueron las cosas.
¡Es un honor poder participar de este libro!
Pero quiero que quede claro que el OVNI sí existió y lo tengo en este momento en el garage de mi casa. Tiene un condensador de flujo para viajar en el tiempo, pero precisa como 1.21 gigawatts de potencia para funcionar… ¿Saben dónde puedo conseguir?
Sin contar mi extraordinario e inesperado encuentro tete-a cul con Fabio Zerpa, ésta es la historia más asombrosa que haya leído en mucho tiempo.
Le sugiero que en la segunda edición no deje de incluirla en el prólogo, porque vale la pena.
¡Felicitaciones por el libro, Agostinelli! Hace rato que no sale nada sobre platívolos y se esperaba hace siglos algo suyo. Más si es tan interesante como lo pinta, ¡muy buena presentación! Se ve que ha trabajado con amor por el oficio.
Al chofer de Costera Criolla le digo que yo tuve un cruce con otro que se hace llamar Dotor, dice una boludez atrás de la otra y se jacta de vivir en un supuesto “palacio embrujado” que queda a la vuelta de mi casa, en Villa del Parque. Le propongo algo: le cambio su tet a cul con Fabio Zerpa por mi historia con otro del mismo estilo, pero que vende talismanes terapéuticos y redirecciona a beneficio del cliente sus poderes PSI por pocos pesos. En suma, le faja 500 $ la sesión, más si le ve la carucha de desesperación. Si no se la ve, es mucho más barato -a veces acepta formas de pago alternativas- porque no quiere perder ningún cliente. Quedo a la espera de su historia. Y si no es verídica le ruego que no se moleste.
¡¡¡Vamos Agostinelli todavía!!!
¡Brindemos por el David Vincent argentino!
:-DDD
Hola, felicitaciones. En tu nota decis que escribir el libro “fue una experiencia reveladora”. ¿De qué revelaciones se trata? (dentro de lo que puedsa adelantar). María Celeste
Estimado Juncal:
Como soy de mente abierta le creo lo de su cruce con el dotor avenida, a pesar de que la evidencia empírica indique que dos paralelas nunca se cruzan.
Con respecto a mi encuentro cercano del tercer tipo con Fabio Zerpa, ya es vox populi que una ominosa noche se me acercó identificándose como terráqueo mientras yo estaba ocupado en las más imperiosas necesidades biológicas.
Lo que siempre me sorprendió fue su negativa a tomar muestras del material orgánico que quedaba como evidencia, porque al fin y al cabo, podía ser yo un alien que circunstancialmente usurpara un cuerpo humano. No es lo que hubiera hecho un ufólogo de pro.
Ahhhh!!! Chofer de la Costera Criolla! Ya caigo. ¿Así que había sido usted? ¡Siempre pensé que había sido una chanza, o una leyenda urbana! También le creo, no se preocupe. Lo que no entiendo es por qué busca desacreditarme. Su observación, pretendidamente aguda (“dos paralelas nunca se cruzan”) hace agua. Yo le iba a contar una cosa que dijo el Dotor Avenida en un canal orgulloso por “abrir las mentes” de la audiencia. Pero ahora el canal se puso serio, asi que mejor me callo. Ultima pregunta: ¿Usted no será alienígena, verdad?
La verdad es que me quedé con las ganas de saber si soy o no extraterrestre, pero como le conté , Fabio Zerpa se negó a tomar las muestras de ADN pertinentes que por su profesión de ufólogo debió haber tomado :-(
Por favor, Juncal, de ninguna manera busco desacreditarlo, puede ser que haya confundido al Dr. Avenida con Córdoba que es más recta y se aplica más a la regla.
Para María Celeste, la ufóloga social:
Las revelaciones -como corresponde- son nueve. La primera fue darme cuenta de que iba a ser capaz de terminar un libro. La segunda que recuperar mi afición ufológica iba a ser divertido (trabajoso, pero divertido). La tercera, que iba a aprender cosas apasionantes de gente que -antes de tratarla- me inspiraba prejuicios grandes y grises (grises, por lo negativos). La cuarta, que siempre se puede descubrir algo nuevo (incluso en temas que creía tener muy masticados). La quinta, que hay historias de ovnis que vivió gente tan interesante que deja de importarte tanto si lo que te cuentan es real o no, especialmente porque determinar la verdad a menudo es imposible. La sexta, que en la familia ufológica hay menos mala fe de lo que se cree. La séptima, que es posible aventurarse con herramientas periodísticas en terrenos extraños y salir relativamente bien parado, porque siempre -siempre- estamos indagando historias humanas. La octava, que era posible tratar de congeniar crónica con investigación sin que el resultado sea un sancocho intragable. La novena, que los extraterrestres existen y están entre nosotros. Bueno, en realidad hay unas cuantas revelaciones más. Pero si querés saber vas a tener que leer el libro.
Felicitaciones por el libro. Allá por el 2002 te entrevisté para un documental que pensaba hacer sobre el escepticismo y que quedó en la nada. Justamente en el momento del escándalo de Christian Sanz… nadie me prestaba una cámara y no tenía plata. Me lo perdí. Recién encuentro tu blog (seguía insistiendo con Dios!). No sé si escribiste sobre estos sitios, son sumamente interesantes:
http://www.mitosyfraudes.org/Articulos.html
http://blogs.putalocura.com/matrix/
Realmente no sé cómo tomarlos, especialmente el segundo, extremadamente conspiranoico y con faltas de ortografía.
Ahora empiezo a leer tu blog, tengo toda la noche.
Creo que además de felicidad de sentir que uno es capaz de lanzar el primer libro es saber que Lo que escribas ,Ale te sobrevive y que tu maravillosa forma de redactar, a mi modo de ver es garantía que vendrán más hijos después de Invasores. Ahora solo espero poder leer y disfrutar cada uno de los relatos , y no perderme nada incluyendo el del ovni que chupo el cel del chacarero
Hola Alejandro, la verdad que no sabía del laburo que hacés, ni conocía tu blog. Muy interesante… Sobre este tema alienígena, sobre el que tanto se ha dicho y escrito, quería saber si conocés la obra de un personaje muy interesante, un estadounidense llamado Robert Anton Wilson. El tipo es conocido en los círculos de las teorías conspirativas, por esos efectos paradójicos tan raros que tienen los medios, como un supuesto sustentador de la teoría de los Illuminati, que por estos pagos no es tan conocida, pero que encanta a los hermanitos del norte. Curiosamente, el tipo justamente escribió siempre en broma sobre esos asuntos y varias veces repitió que las teorías conspirativas hablan más de la estupidez humana que de su sagacidad. Pero el sujeto tras investigar el tema para un libro que escribió en los tempranos 70s junto con Robert Shea, llamado “Illuminatus!”, tuvo una serie de experiencias sumamente impresionantes que podríamos llamar de “sincronicidad alarmante” relacionadas a los Illuminati, el número 23 y la estrella Sirio, que relató en su libro 100% recomendable llamado “Cosmic Trigger: Final Secret of the Illuminati”, traducido pobremente al español como “El secreto final de los iluminados”, que aún se encuentra en algunas librerías de Av. Corrientes. Bueno, este hombre es francamente una de las mentes más lúcidas que he encontrado en mi estadía en esta vida, un tipo con una faceta crítica con una sagacidad y “filosidad” notable, una sólida formación científica y de todos modos una gran curiosidad por lo misterioso. Lo cual es a mi humilde parecer algo muy bueno, porque algo que me entristece bastante de los círculos de supuesto “pensamiento crítico” es un axioma ubicuo entre casi todos sus miembros que reza algo así como “nada hay más allá de lo que el hombre común experimenta en su cotidiano y lo que el científico ortodoxo investiga en su laboratorio”. Bueno, el amigo RAW aparentemente experimentó algún tipo de vivencia inexplicable desde los términos habituales, en la que dice haber entablado contacto con lo que pareciera ser una inteligencia del sistema de Sirio. Suena friki, lo se, 100%, pero te recomiendo leerlo, es sumamente interesante, ya que no se pone a proclamar ser un elegido canalizador ni mucho menos, de hecho en su obra posterior repite una y otra vez no poder afirmar claramente qué fue lo que ocurrió entonces, y de hecho se ocupa cada vez más sobre las particularidades de la percepción y la cognición humana y la infinita construcción de “túneles de realidad” perceptuales y culturales y cómo mantenernos lucidos ante ellos, ya sean políticos, religiosos, “alienígenas”, etc. En su libro cuenta un proceso muy extraño en el que se encontró en ese entonces (1974) marcado por la sincronicidad intensa y termina sugiriendo varias posibles líneas de explicación o análisis, y concluyendo que sin embargo “algo ocurre”, algo por fuera de nuestra descripción normal del mundo. Personalmente no me interesan demasiado los mundillos asociados a estos fenómenos, ya que lo que más abunda es un fanatismo enceguecido, y casos muy tristes de gente desesperada. Te dejo un saludo y voy a buscar tu libro… Martin
PD: Escribir de esto es tan difícil sin que uno suene esquizofrénico… simplemente, te lo recomiendo. Saludos de otra almita crítica y curiosa.
Estimado Martín, es imposible deambular durante tantos años por estos temas e ignorar a Robert Anton Wilson. Lo que escribís es verdad: cierto recelo racionalista hace que muchos se pierdan una dimensión maravillosa de la inteligencia, que es el sentido del humor. Ese fue uno de los rasgos admirables de RAW, que muchos leyeron literalmente sin detectar ese aspecto (especialmente en sus ensayos más conspiranoicos). Ahora bien, ¿cuántas de las historias que escribía eran ciertas y cuántas meras bromas intelectuales? Puede que RAW cultivara esa zona de ambigüedad para hacer pensar en otras direcciones. Pero también escribió tratados de ciencia enloquecida donde se toma demasiado en serio teorías claramente delirantes. Como sea, con él no siempre es fácil diferenciar su sentido humor del apostolado esotérico al que también adhería. Pocos autores han escrito tanto como él y, a la vez, han sido tan poco traducidos al español. En fin, voy a preguntar por el libro que citás (…que alguna vez presté para nunca más volver a ver…), cuando ande por las librerías de viejo de la avenida Corrientes.
MUY BUENO, OTRO LIBRO MAS ENTRE LOS PREFERIDOS DE MI BIBLIOTECA AUNQUE NO SE SI PONERLO AL LADO DEL DE BANCHS JAJA, SALUDOS.
en el comienzo de tu articulo hablabas de la editorial Perfil y me vino a la mente un titular de Revista Noticias que daba cuenta de imagenes discordantes con la version oficial de uno de los investigadores del atentado, ¿sabes algo sobre esto? me llamo la atencion porque esta revista hasta donde yo tenia sabido no se volcaba a ese tipo de teorias de conspiracion.
te felicito por el libro, un saludo.
No sé a qué atentado te referís, Damián, pero hechizar el morbo del lector mediante teorías conspirativas es una tentación irresistible para los medios. Esta tendencia a veces es deliberada (busca enganchar, es decir, vender más) y otras inconsciente, es decir, recurre a ella como una simplificación que ofrece un modelo explicativo de “la realidad”. Diarios, revistas, noticieros, en todos encontraremos algún ejemplo. Y unos cuantos, seguramente, procederán de la revista Noticias, sin ser por eso la campeona o el furgón de cola en el uso de un recurso efectista, remanido y algunas veces peligroso, porque pone el fuelle en paranoias sociales y desalienta la búsqueda de una comprensión más acabada sobre la naturaleza de los acontecimientos.
Hola soy de victoria y me gustaria saber del libro si lo puedo tener….comprar la verdad me gustaria leer sobre silvia perez simondini un ejemplo de persona que a pesar de todo es un luchadora de los ovnis en victoria
gracias.-
[…] un lector de otro mundo fascinado con INVASORES. Historias reales de extraterrestres en la Argentina, el libro que presento el jueves 7 de mayo a […]
[…] Alejandro Dolina le dedicó un rato de su programa a conversar con Patricio Barton y Gillespi sobre Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina. Dolina: No pueden ser reales porque no hay extraterrestres, señor. – …escrito por Alejandro […]
[…] palabras -el preámbulo de la serie Los Invasores (1967)- Daniel Riera presentó anoche mi libro “INVASORES. Historias reales de extraterrestres en la Argentina”. Dany, siempre a la altura de su genio creativo, hizo que todos lo recitaran, cual mantra al coraje […]
los escritos de eustaquio varios cuadernos se encuentran en poder de la sobrina
Estimada Marta, el correo que dejaste rechaza mis mensajes. Necesito comunicarme con usted, a lo mejor me ayuda a localizar a la sobrina de Eustaquio.
Mi mail es “alejandroagostinelli@yahoo.com.ar”
¡Gracias!
[…] próximo domingo 31 de mayo a las 20 horas, presento en la ciudad de Mendoza mi libro Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina en el bar Los Dos Amigos (Santa Fe e Ituzaingó), auspiciado por la Revista PPP y […]
Borgo y Agostinelli! sin duda alguna dos capos!
Les manda saludos marplatense uno quien es discípulo y sobrino del sr. Celso Aldao.
Felicitaciones por semejante trabajo! espero que no se cansen nunca de hacer estas publicaciones.
[…] Los empleados del Casino de Mendoza, protagonistas de Mensaje de Ganímedes, sexto capítulo de “Invasores”, finalmente no vinieron. Me dieron razones atendibles. “Otra vez será”, dijo Peccinetti, quien […]
[…] en otra parte. Tu respuesta, si es la mejor, será premiada: Yahoo! regala un ejemplar de “Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina” y un CD con la banda sonora del […]
[…] (103.3 Radio Universidad de Rosario). Durante veinte minutos conversamos sobre mi libro, Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina, y de las fabulosas vidas de los contactados Eustaquio Zagorski y Francisco […]
Holaa Mee Gustoo Muchoo Todoo Ess Muii Intereesantee !
Hola,los E.T son un engaño de Satanás. Satanás es el Principe de las tinieblas, el padre de la mentira, es el que gobierna este mundo, el que lo siga hasta la muerte sera condenado eternamente en el infierno.
La UNICA salvación es Jesucristo, aceptenlo como su salvador, todabia estan a tiempo:
”ORACION PARA ACEPTAR A JESUS”
Dios mio:
Ahora mismo, admito que soy un pecador, pero Padre, yo creo y se que tu enviastes a Jesucristo para morir en la cruz y resusito al tercer dia, todo para pagar con su sangre el precio de mi salvacion y asi perdonar mis pecados.
Señor, te pido que me perdones mis pecados y que apuntes mi nobre en el libro de la vida, limpiame y sere limpio, y asi podre merecer ese presioso regalo que tu nos concedes, el de la vida eterna.
Ahora mismo confieso con mi boca que Jesucristo es mi Señor y Salvador, y solo a El yo servire. Gracias Padre, en el nombre de Jesus, Amen.
Busquen una Iglesia donde congregarse.
Lean la Biblia, que es la que contiene la palabra de Dios, en ella conoceran a Dios mas de cerca y leeran todas las verdades que necesitan saber.
Oren a Dios todos los dias y en cualquier momento:Orar es hablar con Dios.
Compartan la bendicion que han recibido:Hablandole a sus amigos, compañeros, familia y demas personas. Testifiquen su experiencia de como conocieron a Jesucristo, para que de esta manera otros tambien puedan conocer y recibir lo que ustedes conocieron y recibieron, a Jesucristo, su salvador, y la vida eterna, para siempre con nuestro salvador, Aleluya.
Que Dios los bendiga.